miércoles, 7 de julio de 2010

HISTORIA DEL BARRIO BELLAVISTA

BARRIO BELLAVISTA
Nos introduciremos en lo que es la historia de este sector de la capital y fundamentalmente de los grandes sucesos de los que ha sido testigo.
Primero que todo debemos señalar que “chimba” significa, en lengua quechua, “de la otra banda” o “del otro lado”, en este caso aludiendo a la rivera norte del río Mapocho.
Un eje vital de la zona es la hoy llamada Av. Independencia, una derivación del Camino del Inca que en esos años recibía el nombre de Camino de Chile. Esta importante arteria capitalina puede ser llamada con propiedad la calle más antigua de Chile, pues cuando llegaron los conquistadores en 1540, lo hicieron por este camino. Posteriormente, don Pedro de Valdivia instaló su campamento previo a la fundación de la nueva ciudad, en el entonces cerro de la Huechuraba, hoy, cerro Blanco.
Más al norte de los ranchos ribereños los españoles se repartieron terrenos dedicados a la agricultura, para satisfacer las necesidades alimenticias de sus familias. Allí, de Valdivia tenía una extensa chacra que luego fue dividida en varias parcelas. Algunos de estos predios fueron cedidos a conventos y monasterios que se asentaron en la zona aprovechando la tranquilidad y la condición de aislamiento con respecto de la urbe. El primer convento que se fundó fue la Recoleta Franciscana, en 1647 que acogió prontamente al culto de la creciente población de La Chimba. Hubo que esperar un siglo para la instalación de la Recoleta Dominica. En tanto, en 1770 se levantó el Monasterio de las Carmelitas Descalzas de San Rafael.
Por su parte, el camino de Chile, bautizado tras la conquista como "Cañada de la Chimba" fue más tarde, y hasta el final de la Colonia, denominado "Camino Real de la Cañadilla". Este nuevo nombre alude a su importancia como la principal vía de entrada y salida a la urbe, convirtiéndose en el paso obligado de todo el comercio que provenía de Buenos Aires, o el que iba a Lima.
Resulta importante destacar que desde el siglo XVI, la Chimba fue una zona principalmente rural, en donde se produjeron viñas, hortalizas y frutales que alimentaron a la pequeña ciudad de Santiago.


En 1772 el problema de la comunicación entre la entonces “periferia” y el centro de la ciudad se volvía crítico, pues, si bien existía un pasarela que los comunicaba, esta era de madera y solía destruirse fácilmente con la crecida del río. Se comenzó entonces la construcción del puente de Cal y Canto, una de las más ambiciosas obras ejecutadas hasta entonces en la urbe. Así, la Cañadilla, que quedó directamente comunicada con la ciudad, dejando atrás su carácter aislado.

Más tarde, bajo la administración de Ambrosio O'Higgins, en la última década del siglo XVIII el antiguo camino adquirió la condición de calle, ordenándose la ejecución de una serie de mejoras. La mayor parte de las chacras originales se convirtieron en agradables quintas suburbanas con casas de descanso de importantes personeros de la creciente aristocracia criolla; familias como los Matte, los Urmeneta, los Cruz entre otros tenían sus propiedades en ese lugar.
Y no sólo eso, para ese entonces La Chimba ya había adquirido una importancia sustancial, por lo que hubo un fuerte desarrollo del comercio, fundamentalmente en la hoy zona recoletaza, teniendo como foco la Vega central y también el sector de Bellavista, en donde hace más de dos siglos que ya se vienen celebrando las llamadas chinganas.
Aun así, este sector no perdió su importancia histórica, pues debemos recordar que el ejército Libertador hizo su ingreso, en 1817, luego de triunfar en la batalla de Chacabuco, marcando un hito glorioso en nuestra historia. Por este motivo, a principios del siglo XIX, el otrora Camino Real de la Cañadilla recibe el nombre de Independencia.

De esta manera, podemos visualizar la importancia histórica que ha tenido este sector en nuestro país. Sector que a pesar de su antigüedad, recién se vino a independizar en 1992, cuando por una nueva jurisdicción se dividió en la comuna de Recoleta e Independencia.
Lo que hoy conocemos como el Barrio Bellavista era, desde la época de la Conquista Española, parte del sector de la “Chimba”, es decir, “de la otra orilla” en idioma quechua. Se trataba justamente de un extenso territorio ubicado al norte del río Mapocho cuyo eje central es la actual calle Pio Nono.
A fines del siglo XVIII, bajo la administración de O'Higgins, la mayor parte de las chacras originales se convirtieron en agradables quintas suburbanas con casas de descanso de la creciente aristocracia criolla; como las familias Matte, Urmeneta, y Cruz entre otras.
Con el tiempo diversos caminos adoptaron los nombres de las vías que hoy conocemos como Recoleta, las avenidas Independencia, la Paz, Pío Nono y Patronato, entre otras, las cuales fueron conformando el territorio que comprende el actual barrio.
A partir de la década de 1980, Bellavista adquirió una fisonomía más bohemia y gastronómica, sin perder su impronta artística que lo ha convertido en un gran punto de encuentro para chilenos y extranjeros.
Pocas ciudades en el mundo tienen un territorio donde se concentra la arquitectura, el arte, la gastronomía, los parques, la geografía de río y cerro, el zoológico, y la rica diversidad de sus habitantes cosmopolitas, como lo tiene Bellavista.
Es un sector único, especial, pintoresco, patrimonial, de gran valor turístico, cultural y residencial. Numerosos artistas y escritores, como el poeta Pablo Neruda, quien vivió en su casa “La Chascona” ubicada en el corazón de este barrio, han encontrado refugio e inspiración en las coloridas casas del sector, la imponente presencia del cerro y la entretenida vida nocturna.
En Bellavista existen alrededor de 20 salas de teatro, diversas galerías de arte, cerca de 100 restoranes, galpones y tiendas de exclusividades.
En el Barrio Bellavista coexisten diferentes e importantes construcciones patrimoniales. En el siglo XIX la zona de Recoleta adquirió un carácter más tranquilo y retirado del centro de Santiago, al instalarse el Cementerio General (1821), la Iglesia de la Recoleta Domínica (1853-1892) y el Cementerio Católico (1878).
En 1888, durante el gobierno de Balmaceda, se inició la canalización del río Mapocho, lo que significó el derrumbe del histórico Puente de Cal y Canto que unía las dos orillas.
Con el paso del tiempo, otras construcciones modificaron el paisaje urbano: en el año 1901 se inaugura el Parque Forestal, en 1908 se iniciaron los trabajos en el Cerro San Cristóbal para hacer de éste un gran espacio público que fue “coronado” con la instalación de la famosa Virgen; en 1912 se instala la Población León XIII, para familias obreras católicas y en la avenida La Paz se concluyeron los galpones de la Vega Central en 1916.
Durante el siglo XX la creciente inmigración árabe y luego coreana que se radicó en el sector de Patronato, convirtió al sector en un activo polo comercial y cosmopolita.
A este modelo de barrio moderno y entretenido, también contribuyó la construcción del Zoológico Metropolitano en 1925, que hoy alberga cerca de 1000 animales.
Bellavista también ostenta con orgullo la casa de “La Chascona” que fue la residencia capitalina de nuestro poeta Pablo Neruda, Premio Nobel de Literatura, ubicada en el corazón de este barrio.
Teatro en Bellavista

Desde hace ya más de dos décadas que el Barrio Bellavista concentra la mayor cantidad de salas de teatro de Chile. Con un total de 22 espacios y galpones destinados a las artes escénicas, Bellavista ha sido el lugar preferido de los artistas para dar a conocer sus ideas y creaciones.
Desde las salas más antiguas del sector, como los conocidos galpones de Chucre Manzur y el Montecarmelo, hasta las modernas y recientes salas del Centro Mori y el Teatro de la Memoria, todas encontraron en Bellavista su casa, donde noche a noche, reciben la visita de cientos de jóvenes, turistas extranjeros, familias y personas del mundo intelectual.

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